Lucia Sánchez tiene 15 años y una empresa. Es una
niña que trabaja en busca del éxito. Su cuarto es igual al de un adolescente
con peluches, con libros, pero con la idea de que quiere estar en el mundo de
las grandes empresas del mundo tecnológico.
En su cuarto hay un cartel de Steve Jobs y de la
película de becarios, en la que dos empresarios logran un contrato en Google gracias
a su creatividad. En su cuarto un montón de notas para mantener la cabeza libre
y la biografía de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson, con una frase como
esta: “Si hoy fuese mi último día, ¿me gustaría estar haciendo lo que estoy a
punto de hacer?”.
En sus ambiciones quizá influyo
su padre, Julio Sánchez, él le enseño la teoría y todo lo que tiene que ver con
administración de empresas, gracias a la empresa donde trabaja, Alcantina Energy Sistem. Gracias a que
Lucía creció en un ambiente empresarial supo crear su micro-empresa.
Creó su primer aplicación, siendo
menor de edad, la registro en la App Store y Google Play, tubo 100
descargas en un mes, y 7.000 descargas en menos de seis meses. Esto demuestra
que no hay que ser mayor de edad para poder ser dueño de una compañía de tecnología.
"Me gusta mucho Crazy Block, pero lo que más me gustaría sería tener mi propia empresa en el futuro", dice Lucía con una inocencia propia de su edad, sin caer en la cuenta de que ya la tiene, sólo le falta que le llegue el éxito.
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